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VIAJE PINTORESCO EN NUEVA ZELANDA

Tranzalpine, un tren bajo cero en agosto


Viajar en sus vagones rodeados de nieve solo se explica porque su trayecto recorre de costa a costa la isla Sur de Nueva Zelanda.

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Con nuestras montañas aún nevadas, la imagen de un tren a toda velocidad en unas vías rodeadas de nieve puede que no nos parezca muy exótica. Sin embargo, basta con hacer un pequeño ejercicio mental. Cierre los ojos e imagine que no estamos a punto de entrar en primavera, sino en pleno verano. Es 8 de agosto y la temperatura roza los 40 oC en buena parte del país. ¿No sería genial poder, ahora sí, disfrutar del fresco de la nieve en un viaje a bordo de uno de los trenes panorámicos más impresionantes del mundo?

Eso es lo que permite precisamente el Tranzalpine, uno de los pocos trenes del mundo, si no el único, que puede presumir de ofrecer paisajes invernales en pleno mes de agosto. Se debe, claro está, a que se encuentra en el Hemisferio Sur, concretamente en la isla Sur de Nueva Zelanda, y que su recorrido no se limita a la costa, sino que atraviesa los Alpes del Sur, la cadena montañosa que divide en dos mitades la isla, con hasta 15 picos de más de 3.000 metros.

Sería injusto decir que el recorrido del Tranzalpine, que une las ciudades de Christchurch, en el este, y Greymouth, la ciudad más poblada de la costa occidental, no resulta igual de interesante durante el verano austral. Sin embargo, es cierto que es justo en invierno cuando más llamativo y seductor se vuelve a los ojos de un habitante del Hemisferio Norte.

Se trata de un tren que comenzó su aventura en noviembre de 1987, primero con el nombre de InterCity Rail y, después, como Tranz Scenic. Sus 223 kilómetros en vía única le permiten hacer el viaje entre las dos ciudades en algo menos de cuatro horas y media, durante las cuales hará 9 paradas. El tramo más interesante es el que une Springfield con Cass, ya que llega a pasar hasta 16 túneles construidos en el interior de la cordillera (el de Otira, el más largo, se encuentra después de este tramo).

Además, hay que sumar cuatro viaductos, siendo el de Staircase el más impresionante del Tranzalpine, con 73 metros de altura. Considerado uno de los trenes más interesantes del mundo de cara al turismo, el que solo haya uno en cada dirección al día es la excusa perfecta para disfrutar de una noche en Greymouth y descubrir la casi inhabitada costa occidental. Los billetes se pueden comprar 'online' a través de la web de la compañía ferroviaria neozelandesa y cuestan, en clase única, 135 €/trayecto.

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