EN BURGOS
Poza de la Sal: Uno de los pueblos más bonitos de España con murallas medievales y salinas para bañarse
Poza de la Sal es un entorno alejado del caos urbano, donde el pasado sigue vigente, los colores de las casas iluminan la zona y las salinas le otorgan un valor incontestable.

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La ciudad de Frías es la más pequeña de España y, junto a ella, se alza la localidad de Poza de la Sal: un lugar en el que vale la pena perderse y dejarse llevar por su increíble valor cultural.
Los orígenes del municipio se remontan al año 884, cuando el conde de Castilla Diego Rodríguez Porcelos se propuso repoblar el lugar. Se trataba de un asentamiento romano y, allí, un cráter de 2'5 km de diámetro acumulaba la sal de un antiguo mar que bañaba la zona. Ahora, situado en la comarca de la Bureba, al norte de Burgos, muchos se refieren a él como el Balcón de la Bureba, por sus increíbles panorámicas.
El nombre del lugar, por supuesto, viene de la explotación salina que estuvo en activo hasta 1868. De hecho, a pesar de que la producción terminó varios siglos atrás, actualmente se han rehabilitado algunas salinas para recrear el método tradicional a los visitantes más curiosos. Incluso hay piscinas saladas, que mantienen una concentración de sal superior a nada menos que el Mar Muerto.
Ahora bien, el recorrido por Poza de la Sal no puede hacerse sin pasar por el Castillo de Los Rojas, que data del siglo XIV. Toda una maravilla de la Edad Media con muros y estancias todavía ajenas al paso de los años. Es más, las murallas medievales de la zona siguen protegiendo el pueblo, guiando a sus habitantes a la Plaza Nueva donde el ocio abunda.
A todo esto hay que sumar la gama cromática de las casas, la mayoría construidas en un tono rojizo. Una uniformidad que convierten a la localidad en un entorno perfecto para caminar sin rumbo fijo y, aún así, sorprenderse.
Situada a menos de una hora de Burgos, Poza de la Sal cautiva a todos aquellos que buscan un lugar en el que desconectar del caos de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad rural. Todo ello, sumado a su imponente valor cultural, lo convierten en uno de los pueblos más bonitos de España.
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