ANTIGUA MINA DE ORO

El tesoro que dejaron los romanos buscando oro en León y que hoy es Patrimonio de la Humanidad

El Imperio Romano dejó en León una de las minas de explotación de oro más impresionantes del mundo. Catalogado como Patrimonio de la Humanidad, este paisaje reserva múltiples actividades a sus visitantes.

Las Médulas, en Bierzo, León

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Corría el año 26 a.C. cuando, en lo que hoy en día se conoce como la comarca del Bierzo, el Imperio Romano decidió explotar la tierra para obtener tanto oro como fuera posible. Una mina a cielo abierto que, dos milenios después, se convirtió en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Las Médulas son un verdadero espectáculo en el que converge el trabajo del hombre con el poder de la naturaleza. Y es que, alrededor del siglo III, la explotación aurífera se abandonó y la flora resurgió por unas montañas que quedarían alteradas para siempre. El color rojizo, los pasadizos y las cuevas de la región conforman un lugar idóneo para todo tipo de viajeros: desde los que buscan aventura hasta quienes hacen la maleta en familia.

Los más de 400 kilómetros de canales excavados en roca siguen vigentes en la actualidad y se han convertido en el itinerario perfecto para los aficionados al senderismo. Ahora bien, quienes prefieren un plan más refrescante, en Las Médulas encontrarán el lago Carucedo que se puede surcar en kayak.

Pero por mucho que sea una mina de oro a cielo abierto, lo que hay bajo tierra también resulta abrumador. La cueva Cornatel, con su lago subterráneo, es un atractivo imperdible para los que buscan hacer un poco de espeleología. Una opción estupenda si se viaja con niños.

Las rutas en moto que atraviesan Las Médulas en su totalidad, el castillo de Cornatel para hacer escalada o la senda Perimetral para sentir la adrenalina de un 4x4 son algunas de las actividades que reserva la región a los más valientes.

Todo ello sin dejar de lado la enorme propuesta gastronómica de la zona, donde destacan platos como los pimientos asados de León, el lacón o el botillo. Además de ser un destino muy codiciado en términos de enoturismo, dadas las múltiples variedades vitivinícolas de la zona.

Los romanos trabajaron la tierra para dejar un tesoro que ahora todos podemos disfrutar.

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