UN LUGAR ÚNICO
La impresionante piscina natural de Teruel que tiene aguas cristalinas y una cascada de 20 metros
Esta piscina natural se esconde al final de un breve paseo y debido a los accidentes geográficos de la zona tiene una cascada de unos veinte metros, que cae sobre un agua de un turquesa cristalino. Es un lugar ideal donde huir del calor en un entorno de naturaleza único.

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Recientemente os hablábamos de Cortes do Meio, un pueblo portugués que cuenta con más de una docena de piscinas naturales o "praias fluviais", y en España también hay gran cantidad de lugares parecidos que explorar y conocer para refrescarse en los días más calurosos. Uno de ellos se encuentra en Aragón, y además cuenta con una catarata de unos 20 metros que crea un ambiente espectacular. Se trata del Salt de la Portellada, en el cauce del río Tastavins, un afluente del Matarraña, en Teruel.
Esta piscina natural se encuentra al final de un paseo de menos de dos kilómetros, bastante accesible para aquellos que no están acostumbrados a recorridos complejos o largas distancias. Al final del paseo llegaréis al Salt, en el que podréis descansar en el fresco que da el agua que cae del río y hacer un picnic o simplemente disfrutar las vistas. Cabe mencionar que la cascada depende de la cantidad de agua que lleve el río, por lo que en épocas de sequía puede incluso desaparecer, por otro lado cuando ha llovido en días anteriores es cuando alcanza su mayor caudal.
La piscina en sí goza de aguas turquesas increíblemente limpias, y forma parte de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), por lo que para los amantes de la naturaleza el Salt de la Portellada es una parada obligatoria. En la piscina o en sus alrededores podréis ver trigueros, cernícalos o incluso alcaudones y carboneros. Para conservar la naturaleza de la zona es imperante cuidar del entorno y evitar contaminar o dejar basura si se visita. Hay varias zonas de la piscina resguardadas del sol, en las que podréis ver piedra de varios colores en franjas horizontales creadas por el desgaste de piedra caliza.
Para llegar al parking de acceso al inicio del paseo, que tiene una capacidad reducida para limitar la cantidad de personas que pueden acceder de una vez al Salt, deberéis coger la carretera TE-V-3004 que une Portellada con el pueblo de Valderrobres y seguir un desvío señalizado por un camino forestal unos 500 metros. Ahí podréis aparcar y seguir a pie el kilómetro y medio restante hasta vuestro destino, un paseo que suele durar menos de media hora. ¿Os lo vais a perder?.
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