MURCIA
La Doncella del Castillo: descubre esta sorprendente leyenda de Cartagena
Es el momento de descubrir la curiosa y sorprendente leyenda que podemos encontrar en Cartagena y que tiene como protagonista a una doncella.
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Cartagena es una de las ciudades más importantes que podemos encontrar en la Península Ibérica, a nivel histórico y cultural. Se fundó en el año 227 a.C por Asdrúbal el Bello sobre un anterior asentamiento, recibiendo el nombre de Qart Hadasht. El mayor apogeo de este lugar llegó en la época romana, cuando pasó a denominarse Carthago Nova.
Tras la desaparición de este histórico imperio, la ciudad pasó a ser dominada por los bizantinos, otorgándole el nombre de Carthago Spartaria. Lo cierto es que, durante la época musulmana en la Península Ibérica, llegó el periodo de decadencia hasta que en el siglo XVI se decidió potenciar el carácter militar de Cartagena, al tener un puerto de gran importancia estratégica.
Para conocer la historia que se esconde tras la Doncella del Castillo debemos remontarnos a la Baja Edad Media, momento en el que la ciudad fue recuperada por las tropas castellanas. Es entonces cuando se decidió que un miembro de la nobleza debía controlar este territorio conquistado, desde el Castillo de la Concepción.
A pesar de todo, parece que la soberbia del noble junto al amor que sentía por una doncella de Cartagena, haría que tomara el camino erróneo. El noble se mostró de lo más insistente con la joven que, una y otra vez, le rechazaba puesto que ella ya estaba enamorada de otro.
Por ese mismo motivo, el noble terminó tendiendo una trampa al muchacho que estaba a punto de casarse con su amada: lo asesinó. Aun así, ella siguió rechazándole por lo que tomó la decisión de capturarla para encerrarla en el Castillo de la Concepción.
Ella, al ver lo que estaba haciendo, no dudó un solo segundo en lanzar una maldición sobre el noble. A tal punto llegó la cosa que murió tan solo unos cuantos días después. La leyenda asegura que el espíritu de esta martirizada Doncella, a pesar de los años, continúa vagando no solamente por la fortificación, sino también por sus inmediaciones.
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