PROS Y CONTRAS

eSIM frente a una SIM física: ¿Cuál es la mejor opción para tu móvil?

Ambos formatos tienen sus ventajas, pero dependerá de diferentes factores que uno de ellos sea el idóneo para tu teléfono.

Tarjeta SIM

Tarjeta SIMPixabay

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En los últimos años hemos ido conociendo nuevos móviles, sobre todo de alta gama, que han incorporado las eSIM a su ficha técnica. También wearables como los relojes inteligentes pueden valerse de ellas. Y como no, surge la duda sobre cuál es la mejor opción para nuestro móvil, si teniendo la posibilidad de usar la eSIM, pasarnos a ella, o bien seguir confiando en las tarjetas físicas. Es lógico que surjan las dudas, pero os las que queremos resolver a continuación.

Ventajas de la SIM física

Sin duda una de sus principales ventajas es que es compatible con la totalidad de móviles en el mercado, independientemente del modelo de SIM que usen. Las operadoras ya nos facilitan las tarjetas con todos los troqueles necesarios, y podemos utilizarlas en todos los terminales.

Duplicado de la tarjeta SIM
Duplicado de la tarjeta SIM | Foto-de-Brett-Jordan-en-Unsplash

Otra de las ventajas es que su precio suele ser más asequible, y no nos referimos al formato en sí, sino que su activación y mantenimiento en algunas ocasiones es más económico frente a la eSIM. Hay una mayor disponibilidad de SIM física frente a la virtual, y es que no todos los operadores son compatibles con las tarjetas virtuales, pero sí que lo son con las tradicionales, por lo que en este aspecto no tendremos problemas con la física.

Ventajas de la eSIM

Una de las principales es la facilidad con la que podemos activarla, ya que se puede hacer incluso de manera remota, sin manipular físicamente el teléfono. También cuando cambiamos de opreador no tenemos que estar esperando la llegada de la tarjeta física, y podemos hacer el cambio de forma instantánea.

Esperando en el aeropuerto
Esperando en el aeropuerto | Photo by JESHOOTS.COM on Unsplash

Otro aspecto importante lo encontramos cuando viajamos al extranjero. Ya que al viajar a estos países podremos contratar una eSIM con un plan de datos y llamadas para evita cargos excesivos por roaming si estamos fuera de la Unión Europea. Hay planes de eSIM que nos permiten contar con tarifas competitivas hasta en 180 países diferentes. Esto nos permite cambiar de eSIM mientras estamos de viaje, para volver a actuar nuestro plan habitual al regresar a casa, y todo ello sin los molestos cambios físicos de tarjeta.

Son tarjetas más seguras, ya que los datos pueden ser cifrados y la verificación de la identidad es más segura aún, por lo que nuestros datos están a salvo de amenazas por parte de los hackers, o al menos no se encuentra tan expuesto. Otro de los aspectos beneficiosos es el del propio espacio que ahorramos al no tener una tarjeta. Lo ahorra el usuario, y también el fabricante del smartphone, que puede introducir más y mejores características. Con una eSIM eliminamos de raíz el peligro de deterioro de la tarjeta y un funcionamiento errático o averías en la tarjeta.

¿Cuál elegir?

Pues la realidad es que, tras conocer las ventajas de cada una de ellas, la elección debe depender siempre del uso que le vayamos a dar. Pero la realidad es que la eSIM es un estándar más moderno y cómodo de usar, por lo que, si tu móvil y operador son compatibles con ella, no lo dudes, y prueba la eSIM, porque vas a comprobar que todos los problemas asociados tradicionalmente a las SIM, desaparecen. Eso sí todo depende de la compatibilidad y disponibilidad, si no la hay, la SIM sigue siendo el método más compatible del mercado.

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