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Una vacuna en spray nasal para la gripe: ¿El fin de las agujas?
Es mucho más eficiente y sus efectos más duraderos.

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Cada invierno, la gripe sigue castigando a millones de personas en todo el mundo, a pesar de las vacunas tradicionales. Hoy esa rutina podría cambiar: un nuevo ensayo clínico de fase I demuestra que una vacuna intranasal (aplicada por la nariz y no con inyección) puede generar defensas más amplias y potentes contra cepas de influenza tipo H5N1, aquellas vinculadas a aves y con riesgo de pandemia.
El estudio, publicado en Nature Communications por un equipo de la University of Maryland School of Medicine (Estados Unidos), va más allá del típico pinchazo en el brazo.
La vacuna intranasal utiliza un antígeno recombinante del virus A/H5 junto con un adyuvante básicamente una sustancia que potencia el efecto del antígeno, incrementando nuestra respuesta inmunitaria al virus.
Se administró en dos dosis nasales, seguidas seis meses después por una dosis de refuerzo intramuscular a un total de 40 voluntarios. Los resultados muestran que, después del refuerzo, los participantes del ensayo desarrollaron anticuerpos, células de memoria y respuestas inmunitarias en la mucosa nasal, lo que sugiere que la vacuna no solo protege internamente, sino en el lugar donde el virus primero entra: la boca y la nariz.
¿Y por qué es importante? Porque las vacunas de gripe convencionales, que se inyectan en el músculo, generan principalmente inmunidad sistémica, lo que limita su capacidad de impedir que el virus se propague desde una persona a otra. En cambio, una vacuna que actúe en la mucosa podría reducir la transmisión y adaptarse mejor a cepas emergentes que cambian con rapidez.
"La vacuna también ayudó al sistema inmunitario a reconocer múltiples versiones del virus H5N1, lo cual es fundamental porque existen diferentes versiones del virus y estas mutan con el tiempo – explica Meagan E. Deming, líder del estudio -. El uso del adyuvante también sugiere que este enfoque podría permitir dosis más bajas de la vacuna, lo que pondría a disposición de más personas nuestras reservas actuales en caso de un brote".
Específicamente, el estudio halló que los voluntarios que recibieron la vacuna H5 con adyuvante presentaron una fuerte actividad inmunitaria, incluyendo niveles más altos de anticuerpos protectores (IgG e IgA), mayor cantidad de células inmunitarias de memoria y una mayor capacidad para eliminar las células infectadas.
"Estos hallazgos demuestran una eficaz activación de la mucosa y el potencial para una amplia inmunidad cruzada – añade Franklin R. Toapanta, coautor del estudio -. La capacidad de la vacuna intranasal para generar respuestas inmunitarias mucosas y celulares, junto con una fuerte citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos, subraya su potencial como parte de las estrategias de prevención de la gripe de próxima generación".
Hay que aclarar que esta no es la primera vacuna intranasal. En 2022, China autorizó una vacuna intranasal contra la COVID-19 (una sola dosis como refuerzo elevó anticuerpos neutralizantes hasta 30 veces más que la versión intramuscular).
Mientras que en Europa varios grupos trabajan en plataformas de nanopartículas y adyuvantes mucosas (como la nanoemulsión usada en este estudio), buscando combinar eficacia sistémica y mucosal, algo que la vacuna china no conseguía plenamente.
El estudio liderado por Deming, por su parte, emplea una formulación recombinante no viva con nanoemulsión adyuvante. Eso la hace más estable, potencialmente más segura (no usa virus atenuado) y capaz de generar inmunidad en las mucosas y en el sistema sistémico. Además, se probó como plataforma universal frente a H5N1, con vistas a futuras pandemias, no solo la gripe estacional.
"La investigación se alinea con las prioridades mundiales de salud pública para desarrollar vacunas que reduzcan la transmisión y brinden una protección más amplia contra las cepas emergentes de influenza – concluye Mark T. Gladwin, coautor del estudio -. También destaca la necesidad de seguir investigando los biomarcadores inmunitarios mucosos y otros correlatos inmunitarios de protección, lo que podría acelerar el desarrollo de vacunas intranasales contra la influenza".
Aunque todavía es pronto, estamos ante un ensayo de fase I con un número reducido de participantes sanos, el enfoque abre nuevas posibilidades para la prevención de la influenza. Si avanza, podríamos tener vacunas contra la gripe que se apliquen en aerosol nasal, sean más fáciles de administrar, más aceptadas por la población (adiós a las agujas) y más efectivas ante variantes emergentes.
Actualmente, los retos incluyen definir los "marcadores de protección" inmunológica para vacunas nasales y demostrar eficacia en amplias poblaciones.
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