Tenerife analizará las aguas subterráneas para evaluar el riesgo de erupción del Teide

En menos de un mes, Tenerife ha sufrido dos enjambres sísmicos. El primero sucedió el 17 de junio y contó con 458 terremotos de pequeña magnitud, a lo que siguió un desprendimiento de roca que nada tenía que ver con los seísmos. Menos de un mes después, el 12 de julio se detectaron más de 630 seísmos en el segundo.

Ahora, el Cabildo de Tenerife pretende analizar las aguas en colaboración con 18 municipios de la isla. Planea invertir unos 50.000 euros para dotar a estos ayuntamientos de equipos portátiles de medición para la toma de muestras de agua subterránea. Con estos instrumentos se pretende mejorar la información y evaluar el riesgo sísmico que puede tener la isla.

Los municipios, que van desde Güímar hasta La Orotava, colaborarán con el Cabildo en las labores de medición de las aguas subterráneas. Analizarán estas cada semana con los equipos portátiles de medición físico-química, tal y como señala el Cabildo.

Como señala Pedro Martín, presidente del ejecutivo canario, el objetivo es "poder tener en los próximos meses un plano más definido de cómo se va desarrollando la actividad de la isla".

No hay que alarmarse pero hay que prestar atención

Ante el riesgo de una erupción volcánica cercana, el presidente del Cabildo aclara que "no hay ningún dato que nos lleve a alarmarnos, pero sí que hay que estar atentos". Además, añade que estas nuevas herramientas se suman ya a las 19 estaciones sísmicas de banda ancha que ya hay repartidas por Tenerife: ocho estaciones de monitorización termométricas y once estaciones de monitorización química.

Estas herramientas ya fueron instaladas hace varios años y también contribuirán al conocimiento de la actividad de la isla. "En definitiva, se trata de seguir monitorizando distintos parámetros, en este caso de las aguas, que nos pueden aportar un criterio más exacto de cómo es la situación", añade Martín.

La opinión del Instituto Geográfico Nacional

Es cierto que Tenerife es una isla volcánica, y que el Teide, en ocasiones, produce seísmos por los movimientos de agua, gas o vapor que se ocasionan en su interior. Sin embargo, la actividad volcánica registrada en los últimos meses no anticipa una erupción volcánica a corto plazo, según señaló el sismólogo del IGN, Itahiza Domínguez, el pasado 22 de junio.

Cabe recordar que que la última erupción del Teide se produjo el 18 de noviembre de 1909. Asimismo, además de los enjambres sísmicos del 17 de junio y 12 de julio, la isla de Tenerife había registrado ya eventos similares en el pasado, concretamente el 2 de octubre de 2016 y el 14 de junio de 2019.

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