A pesar de que la muerte del protagonista de 'Succession' Logan Roy' no es ninguna sorpresa (ya lo comentamos aquí después de ver el primer episodio), que haya tenido lugar en el tercer episodio de la cuarta temporada es un giro de guion maestro que deja la serie totalmente abierta de nuevo a falta siete episodios del final.

Logan Roy estuvo a punto de morir en el primer episodio de la serie cuando sufrió un derrame cerebral y, después de salvarse, el protagonista y dueño del imperio mediático Waystar Royco estaba viviendo un tiempo prestado, tal y como nos explicó Brian Cox en una entrevista. Por lo tanto, sabíamos que antes o después esto iba a pasar, aunque quizá todos imaginábamos que sucedería más cerca del último episodio de la temporada.

El suceso ha tenido lugar de nuevo en el aire, esta vez era un avión en lugar del helicóptero. Otra diferencia es que no estaba acompañado de sus hijos, sino de los miembros más destacados de la junta. El más allegado era Tom, el yerno que está en pleno proceso de divorcio de su hija Shiv. El avión se dirigía a Suecia para una reunión con Lukas Matsson (Alexander Skarsgaard) en la que iban a renegociar el precio de venta de la empresa, después de que Kendall, Roman y Shiv presionaran a su padre. Todo esto sucede mientras los tres hermanos asisten a la boda de Connor, el mayor, que hasta el último momento permanece ajeno centrado en su boda con Willa. A pesar de lo artificial que parece su relación, sobre todo después de la clarificadora conversación que mantienen después de saber que Logan ha muerto, al final es casi la más saludable incluso con los delirios de grandeza del novio.

El episodio 'La boda de Connor' es un nuevo ejemplo de cómo algo tan mundano como la muerte llega en el momento más inoportuno y te alcanza tengas el dinero que tengas. No hay quien te salve sobre todo si viajas en un avión privado sin un médico al lado. El consuelo que queda es que viajando como el resto de los mortales en un vuelo comercial al gritar ¡hay un médico en el avión!, haya alguno cerca que pueda salvarnos del funesto destino.

Escrito por el creador de la serie Jesse Armstron, el capítulo está dirigido por Mark Mylod que ha explicado a Variety por qué se decidió que Logan no aparezca en pantalla en ningún momento para que así el público experimente la misma sensación de desinformación y confusión que los protagonistas. La duda sobre si ha muerto en realidad se mantiene prácticamente hasta que se ve cómo sacan el cuerpo de la aeronave.

A partir de aquí, hay siete episodios por delante en los que todo puede pasar. Llega el momento de la verdad, la empresa necesita un sucesor o sucesora y hay que ver qué pasa con la venta de la compañía a GoJo y con las acciones de la compañía. A eso se suma cómo van a procesar el duelo y la culpa los diferentes miembros de la familia y qué camino va a tomar el divorcio de Shiv y Tom.