Al día siguiente, Ferrara recibe otra amenaza, pero decide viajar con Frank al siguiente bolo. Un grupo de indignados exhibe pancartas fuera del recinto del concierto. Caterina descubre que Ferrara actuó en el cumpleaños del hijo de un dictador africano, Beoit Nshombo.
El conductor de la moto que efectuó los disparos el primer día se las arregla para entrar en la zona de camerinos y envenena a Ferrara. Frank la lleva al hospital a toda prisa, y mientras se recupera, Cat averigua que el motociclista, llamado Jean-Marc Vincent, trabaja para Nshombo.
Ferrara se verá obligada a confesar que está embarazada de Nshombo, pero cuando pierde el bebé, éste asume que se trata de un aborto, por lo que se propone castigarla. Vincent secuestra a la cantante, y Frank sigue sus pasos hasta un almacén.