'Juego de Tronos' llega a su fin, pero no la huella que han dejado sus personajes en sus seguidores y en la historia de la televisión. Los creadores han decidido el destino de sus protagonistas durante 8 temporadas sin remordimientos: han muerto muchos de los más queridos y han llegado al final otros que no aportaban gran cosa a la trama.

De una manera u otra, el desenlace llega este domingo 19 de mayo y, con él, el destino de muchos de ellos. Estos son los personajes que han marcado 'un antes y un después' en los Siete Reinos:

Daenerys Targaryen

Los fanáticos de la serie han visto cómo la niña de aspecto angelical se convertía en Madre de Dragones y han sucumbido ante su historia de mujer hecha a sí misma. Su reciente transformación en asesina de masas ha enrabietado a los seguidores, que siempre perdonaron su lado oscuro. Personifica a la perfección la fórmula de violencia, venganza, familia, intrigas, guerra y sexo que hace única la saga de George R.R. Martin y pase lo que pase al final, para gran parte de los fieles de la saga, siempre será la legítima heredera al trono.

Jon Nieve

Si Daenerys personifica a la mujer hecha a sí misma, el hasta ahora bastardo de la casa Stark es el arquetipo de hombre de buen corazón y grandioso destino. Aunque no ha demostrado grandes habilidades para la guerra, es uno de los personajes más queridos por el público y uno de los favoritos para sentarse en el Trono de Hierro.

Tyrion Lannister

Su inteligencia le ha salvado en numerosas ocasiones de morir y su carácter, de buenazo, le ha hecho destacar por algo más que su físico en una familia de sanguinarios un tanto disfuncional. Su personaje es uno de los más carismáticos de la saga y seguramente perseguirá al actor Peter Dinklage el resto de su vida.

Cersei Lannister

La matriarca de hierro de los Lannister es un personaje sin escrúpulos, que aún así haría cualquier cosa por amor a sus hijos. Es uno de los personajes que más odio ha concitado entre los espectadores, moriría antes de dar su brazo a torcer y así parece que ha sido hasta el final.

Jaime Lannister

La transformación del Matarreyes ha cautivado a sus detractores. De mantener una relación incestuosa con su hermana y tirar niños por la ventana, pasa a convertirse en un noble caballero (y amante) de Brienne, un arco argumental envidiable que le ha permitido cambiar su signo de villano a hombre de bien.

Arya Stark

La niña con ademanes de 'chicazo' de la primera temporada se convierte en una de las más diestras asesinas en escena que, además, salva a todos del Rey de la Noche. Entre sus mil caras conviven la hermana que trata de proteger a su familia con la fría asesina que busca venganza por la muerte de su padre. El último capítulo parece que le reserva un papel especial.

Sansa Stark

La 'niña bien' de los primeros capítulos se ha convertido en una justa y sensata reina de Invernalia, previo paso por la más terrorífica de las pesadillas. Ha sobrevivido a Cersei, Joffrey y Meñique, y en el camino ha ganado la astucia e inteligencia para convertirse en uno de los personajes más respetados.

Ned Stark

Era el personaje que más carga argumental tenía a sus espaldas y desapareció en la primera temporada, avanzando lo que sería la tónica de la serie. Su carácter justo marcó el del resto de sus hijos y su inesperada muerte, a manos del sociópata rey Joffrey, es el detonante para el estallido de la guerra.

Meñique

El más brillante urdidor de intrigas de Juego de Tronos tuvo un trágico final a manos de Sansa y Arya, para deleite del público. En el camino se quedó uno de los más oscuros villanos y un firme candidato a ocupar el Trono de Hierro.

Hodor

El popular gigante de las primeras entregas siempre fue un hombre de pocas palabras, pero su afabilidad cautivó al gran público y un personaje que parecía anodino se convirtió, con su épica muerte, en un elemento fundamental de la trama con un nombre que recordarán los fanáticos de la saga.