Bertomeu sospecha que Traian está detrás del asalto a su vivienda, y mueve todos los hilos a su alcance para recuperar lo que había en la caja fuerte. Mientras tanto, Silvia comprueba decepcionada que su tío Matías no le ha dejado en herencia la parte del patrimonio familiar con la que contaba, y reprocha a su padre la destrucción de la familia para alimentar su codicia. La capacidad de Rubén para manipular vidas dentro y fuera del entorno familiar parece no tener límites. La policía halla los documentos robados, entre ellos las libretas donde Bertomeu recoge desde sus comienzos los sobornos a sus aliados. Todo apunta a que Rubén va a ser detenido en cuestión de horas.