Sebas, un policía local orgulloso de su placa, está felizmente casado y tiene dos hijos maravillosos. Vamos, su vida es perfecta… hasta que su mujer le pone los cuernos con su mejor amigo y le echa de casa.

Pero Sebas no es hombre que se rinda, así que, dispuesto a luchar por lo que es suyo, se instala en la puerta de enfrente de su ex mujer, compartiendo piso con Olivia y Ana, dos chicas treintañeras, solteras y mileuristas.

Sebas tiene un compromiso con los ciudadanos, su día a día consiste en proteger a los demás y hacer que las leyes se cumplan pero ahora tiene un nuevo objetivo: recuperar a su mujer y a su familia. Y hará todo lo posible por conseguirlo.

En tan difíciles circunstancias, Sebas buscará el apoyo de Agus (Arturo Valls), psicólogo y su mejor amigo. Instalado en la puerta de enfrente de su antiguo hogar, seguirá teniendo como vecinos a su cuñado Teo (Raúl Fernández) y a su suegra, Casilda, (Itziar Lazkano).

En la cuarta puerta del descansillo viven Pascual (Juan Antonio Lumbreras), un fanfarrón políticamente incorrecto y dueño del bar donde se reúne el vecindario, y Charo (María Isasi), su mujer, que es también la dueña de la farmacia y la mejor amiga de Lola. Ambos son los padrinos de los dos hijos adolescentes de Sebas: Nata (Andrea Ros) y Álex (Ignacio Montes).