¿Sabías que apilar piedras en las playas supone un peligro para la naturaleza? Julio Barea, responsable de campaña de Biodiversidad de Greenpeace, conecta en directo con Zapeando para explicar el motivo de por qué no se debería hacer: "Es como un grafiti, pero en tres dimensiones", compara. No es más que querer dejar tu huella".

Y esto, como bien explica, tiene unas "implicaciones sobre la biodiversidad de las playas": "Hay que proteger estos lugares, porque debajo de esas piedras viven un montón de pequeños organismos, que no nos damos cuenta de que existen". Lo que quiere decir que se trata de "un ecosistema muy frágil y una piedra les sirve, no solo de protección, sino para busca comida o pequeñas plantas". Por eso, y concluye, "no podían vivir si no estuvieran esas piedras". Y su destrucción, a largo plazo, también podría afectar al ser humano. Peudes ver su intervención al completo, en el vídeo principal de la noticia.