Algunas comunicades autónomas, como la valenciana y la catalana, han optado por administrar la vacuna contra la gripe y la segunda dosis de refuerzo contra la COVID-19 de forma simultánea. Sin embargo, el catedrático de inmunología, Alfredo Corell, aconseja administrarlas con una diferencia de quince días, si es posible.

El experto asegura que se pueden administrar a la vez, pero señala que es mejor evitarlo. "Las dos son vacunas que producen bastante reacción y en personas que estén muy malitas les pueden complicar unos días la salud", argumenta.

En este sentido, insiste en que la cuarta vacuna contra la COVID-19 o segunda dosis de refuerzo es muy importante en personas con riesgo o con defensas bajas, como los mayores de 80 o las personas inmunosuprimidas. "Es decir, personas que estén con un cáncer o un trasplante, por ejemplo", añade.

Así, señala que, fuera de estas franjas, también puede ser recomendable en personas que tengan otra patología que le pueda producir un covid más severo. Sin embargo, señala que no es una vacuna imprescindible para la población general que esté sana.