El jamón es uno de los alimentos más reconocidos y preciados de nuestra gastronomía, pero ¿cómo podemos diferenciar un buen producto? El nutricionista Pablo Ojeda señala que lo más importante cuando compramos un jamón es fijarnos en la grasa infiltrada, que es "señal inequívoca".

Este explica que un jamón de calidad tiene un buen veteado, una buena grasa: "Cuando esa grasa queda en el plato, no falla". Aunque indica que algunos establecimientos se valen de pequeños trucos para mejorar la apariencia de otros de menor calidad.

Ojeda comenta que utilizan aceite, pues pintan con él el jamón para darle un aspecto menos seco y más vistoso y simular la grasa natural que desprende el de mayor calidad, que se queda pegado al plato. "No te debes dejar engañar", advierte.