Las despensas de alimentos de Madrid, gestionadas por los vecinos, no paran de recibir a madrileños que no consiguen llegar a final de mes. El Banco de Alimentos atiende ya a 186.000 personas mientras Cruz Roja y Cáritas advierte de un otoño negro a la vista de la inflación desmedida. Verónica Sánchez entrevista a Vanessa Morales, una mujer madre de dos hijas que comenzó siendo voluntaria y ha terminado necesitando ayuda.

"Yo tenía una situación bastante complicada antes de la pandemia pero con todo lo que ha pasado después se ha vuelto insostenible", explica Vanessa Morales, que recuerda que empezó a colaborar en la Red de Apoyo Mutuo de Aluche como voluntaria en pandemia y después tuve que pedir ayuda a la Red para poder mantener a mi familia monoparental".

"Con la subida de los productos de primera necesidad, la hipoteca y los gatos de luz y todo que ha subido mucho he tenido que recurrir a que me ayuden", destaca Vanessa Morales, que como usuaria y voluntaria analiza el perfil de la persona que busca la ayuda. "El perfil son familias trabajadoras que antes podían mantener a su familia bien sin caprichos y ahora se han visto que no pueden llegar a fin de mes", analiza Vanessa Morales, que insiste en que la Red es la "única ayuda que reciben".