El régimen de Jorge Rafael Videla también se vanagloriaba en Argentina de haber dado con la tecla económica para solucionar el eterno problema de la patria, la hiperinflación. El ministro de economía de aquella dictadura daba a finales de los 70 un diagnóstico que suena muy actual: el déficit era para él el gran problema del país y para acabar con él se proponían soluciones neoliberales que hoy se repiten. 

Con las recetas de Videla, por ejemplo, se fomentaba la entrada de productos extranjeros importados que, según la dictadura, mejoraría la industria argentina que antes estaba falta de competencia. El problema fue que la falta de apoyo estatal y la llegada de productos extranjeros dio al traste con apuestas industriales patrias prometedoras.

El proyecto de Javier Milei, ahora, es abrir las compuertas de la economía y que los capitales fluyan. Su ministro de Economía anuncia de nuevo que acabará radicalmente con las trabas a las importaciones. 

Unas recetas que también retomó con ahínco Carlos Menem en los 90.  Un presidente ya democrático con el mismo gusto por las privatizaciones y las ganas de desregular la economía por medio de decretos.

Como detalla Anna Ayuso, investigadora del Barcelona Centre for International Affairs para América Latina, las propuestas de Milei no son nuevas. "Son las recetas neoliberales de toda la vida, solamente que aplicadas de una forma muy radical. Con Menem ya se hizo esa privatización de muchas empresas, se hizo una liberación de la economía, pero se hizo de forma más gradual y menos disruptiva. Acabó con la crisis del corralito", explica la experta.