La suya es otra historia de represión franquista. El régimen permitió que un usurpador se hiciera, a punta de pistola, con la farmacia que Juan Antonio y Ángeles regentaban en Gandía. Su hija Ángeles y su nieta Mariví relatan su historia ante las cámaras de laSexta Columna.

"Duró poco su amor por las circunstancias tan horribles de una guerra", afirma Ángeles ante la fotografía tamaño photocall de sus padres que preside la farmacia que ellos mismos fundaron.

A partir de ahí, Antonio fue encarcelado en las Escuelas Pías de Gandía y allí una bala acabó con su vida. Él, asesinado. Y ella, víctima de la represión franquista. Fue condenada a muerte, pero le conmutaron la pena a cambio de una condena de 35 años de cárcel, de los cuales cumplió cinco. "Fue la culminación máxima de ese odio hacia quien no piensa igual que tú", apunta su nieta Mariví.

La cárcel no minó el ánimo de Ángeles, que luchó por recuperar la farmacia que le había sido usurpada. Lo consiguió, eso sí, a golpe de talonario. Tuvo que pagar por volver a regentar el negocio que ella misma fundó y le robaron a punta de pistola. Ahora es su nieta quien lleva las riendas de un local presidido por la estampa de la pareja sin la que nada de esto habría sido posible.