A razón de la crisis sanitaria que padece España y el resto del planeta por la crisis del coronavirus, nuestro futuro no parece muy normal. Por ello, ya hay quienes, como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, están denominando así el nuevo escenario que se nos plantea: la 'nueva normalidad'.

"Contemplamos un horizonte de una lenta marcha hacia esa nueva normalidad. Va a ser lenta, queremos que sea progresiva, con las máximas precauciones. Con marcados criterios evaluables para saber cuál es el grado de la pandemia y qué pasos podemos dar", explicó Sánchez en una reciente rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa.

Saber cómo será esa lenta desescalada es la gran incógnita de España en la actualidad. Para despejarla, podemos mirar a los países que nos llevan cierta ventaja. En Alemania, los conciertos se celebran siguiendo un sistema motorizado, desde los coches; sistema que también se está empleando para eventos de carácter religioso.

En Austria, ya hay gente por la calle. Es el primer país europeo en poner en marcha la desescalada. Allí, el coronavirus sólo ha dejado 470 víctimas. "Las medidas no han sido tan estrictas como en España. Podíamos salir dar un paseo o hacer deporte. Pero bares, restaurantes, polideportivos y gimnasios estaban cerrados, excepto por supermercados y farmacias. Nos pusimos nerviosos pero nos acostumbramos a esta nueva normalidad", explica Magdalena, una residente en el país austriaco.

Ella y su marido han explicado los pasos que ha tomado el país durante la desescalada, unos pasos que podríamos vivir de una forma similar en España. Es decir, cómo se está aplicando en Austria esta 'nueva normalidad'. Hay tiendas y bares abiertos, pero no todos, y la policía sigue vigilante.