"Un mes después se les quita el curso. Pero paralelamente empiezan a acosarme laboralmente. Y es el teniente el que me dice que van a ir por mí a partir de ahora. Ese fue el desencadenante", explica Jairo.

Jairo denuncia que se desencadenó el acoso. Incluso llegaron a denunciarle por insulto a un superior. Así que Jairo reaccionó y denunció él a sus superiores por acoso laboral.

El caso acabó en el juzgado militar central de Madrid, donde se llevan las causas de los altos cargos de todo el Ejército español. El caso se cierra rápidamente. Jairo tuvo que dejar el Ejército. "Van 18 testigos, hay infinidad de pruebas documentales y en 20 días archavan. Al general ponente no le pudo dar tiempo a leerselo", denuncia.