La ejecución por garrote vil de Salvador Puig Antich sobrecogió a buena parte del mundo. Hubo manifestaciones y hasta atentados fuera de nuestro país. En Roma, por ejemplo, estallaron cinco bombas en la embajada de España. 

Los recuerdos de aquellos días que conmovieron al mundo están recopilados en un libro rojo que ha hecho Carme, hermana de Salvador, para proteger su memoria del olvido. En el vídeo sobre estas líneas, ella misma se emociona al explicarlo.

Entre sus papeles, las Puig Antich almacenan una batalla familiar que dura ya 50 años. Han llegado incluso a unirse a la querella contra los crímenes del franquismo en Argentina, sin éxito. Sólo él, Tomás Gil, el hijo del policía que manipuló su caso para que Puig Antich fuera condenado a muerte, ha pedido perdón a la familia.

"Pensé que en un país desmemoriado como es la España actual tenía que pedirles perdón. No por mí personalmente, sino por cosas que sucedieron y que a fecha de hoy nadie ha tenido esa dignidad de pedir perdón a nadie, porque en este país nadie pide perdón", afirma rotundo Tomás a laSexta Columna, donde asegura sentirse feliz "de que eso pueda haber servido para algo".