El ejército de Franco tomó el Sacromonte para capturar a los hermanos Quero, que se habían convertido en toda una leyenda de las guerrillas contra la dictadura. Primero cayó Pepe Quero y después Pedro, que rodeado prefirió el suicidio. "Él sabía que iba a morir, porque su contraseña era un disparo en la cabeza y se ha acabado todo", explica en el vídeo sobre estas líneas Bernardo, el más pequeño y único superviviente de los Quero. 

Otro de sus hermanos, Paco, cayó meses después rodeado en el centro de Granada en la casa de una mujer que dio la vida por él: "Fue a abrir la puerta cuando vino la Policía, ya estaba arriba y dice 'Paquito, la Policía ¡defiéndete!' y la acribillaron a balazos", recuerda Bernardo.

Ese mismo día, la dictadura siguió cebándose con los Quero, incluso con Bernardo, que entonces tenía poco más de 10 años. "Se me quedó todo el cuerpo negro de palos por todos lados, había ocho policías, yo en el suelo, y se subían encima mío a pisotearme, a un niño", explica el pequeño de los Quero, que recuerda su encuentro con el inspector de la investigación criminal de Madrid que había venido a por sus hermanos. Bernardo asegura que "el hombre cuando me vio se echó a llorar": "Me dice 'Bernandiño, ¿te traigo un cafelico?' Y yo 'no quiero nada yo lo que quiero es que me maten de una vez' y se echó a llorar". 

"Mi madre se puso luto por mí, creía que me había perdido ya, pero Bernardo estaba vivo y coleando todavía, y sigue coleando", comenta. La dictadura quiso matar la leyenda de los Quero tildándolos de simples bandoleros, pero hoy sabemos que eran guerrilleros que incluso querían acabar con Franco asesinándole en Madrid.