Las víctimas quieren justicia
Baltasar Garzón desvela el momento en que "se cerró definitivamente la posibilidad" de investigar los crímenes del franquismo
laSexta Columna entrevista en este vídeo a Carolina Martínez, que ha denunciado el asesinato de su abuelo por el franquismo, y a Baltasar Garzón, que intentó investigar los crímenes de la dictadura, pero no pudo.

Carolina Martínez conserva como un tesoro los pocos objetos que guardan la memoria de su abuelo José Manuel,asesinado por el franquismo. Entre ellos muestra una carta, un maletín desgastado y el retrato de su abuela que siempre llevaba encima y que dejó marcado con la forma de su dedo.
Con su abuela encarcelada, la madre de Carolina tuvo que ocuparse de sus hermanas con la única ayuda de sus vecinos.
Aquella historia que Carolina tardó en saber marcó para siempre a su familia. El dolor de no saber dónde estaba su marido acompañaba a aquella abuela con la que dormía por las noches. Su abuela estaba convencida de que su marido estaba en una fosa en el cementerio de Paterna, pero murió sin poder recuperar sus restos.
Hace tres años, Carolina lo logró después de acogerse a una de las subvenciones que daba la Diputación de Valencia: "Yo creo que fue una de las alegrías más grandes que he tenido en mi vida", afirma en el vídeo sobre estas líneas.
Hoy los restos de su abuelo José Manuel descansan en un nicho junto a los de su mujer. Sin embargo, el dolor no se ha ido. Carolina quiere saber cómo y por qué murió su abuelo, por lo que decidió poner una querella.
Ese mismo camino empezaron a recorrerlo otras víctimas del franquismo hace casi veinte años. Baltasar Garzón explica que en 2006 se presentaron dos denuncias y que "yo tenía que aplicar la misma doctrina que en 1996, porque los crímenes eran similares".
Pero esta vez la Audiencia Nacional decidió que ahí no se podía investigar, pues la ley de amnistía protegía a los represores. "Después la historia lo que dice es que a mí me abren una causa del Tribunal Supremo por prevaricación", apunta Garzón, que durante el juicio aseguró que "yo solo puedo decir que mi conciencia está tranquila".
"Ahí se me absolvió entre comillas, pero se cerró definitivamente la posibilidad de investigación a las víctimas y de esos crímenes", afirma el exmagistrado de la Audiencia Nacional.
En el caso de Carolina, la jueza territorial a la que acudió la llamó para declarar el pasado febrero, pero de momento no la ha recibido. Ella aún no pierde la esperanza de que "antes o después va a haber un juez o una jueza valiente que haga justicia, que haga su trabajo".