La oposición del Gobierno hace fuerza contra la ley de costas como es el caso de la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, que se resistió a la presión de los lobbies y como consecuencia dejó de estar en el Ministerio. Recibía presiones por parte de los lobbies a través de personas del propio partido político del Gobierno.

El lobby que más le presionó fue el de los cazadores porque “las cacerías de hoy es un momento importante en lo que es la existencia de los lobbies y los contactos con otros sectores”. Un representante ha sido “el Rey Juan Carlos”, comenta Pere Rusiñol, periodista ‘Alternativas Económicas’. Cristina quiere ser discreta y no quiere decir nada sobre este tema.

La exministra no ha dejado nunca que se sienta incómoda en una reunión con un lobby. “Está en la capacidad de quien tiene una responsabilidad política establecer líneas rojas” Y es que, el poder de los lobbies depende de la respuesta positiva reciban por parte del poder político.

Fue ministra durante cuatro años y “es posible” que no renovara porque hubo lobistas que se encontraron negativas en aceptar algunas cosas.