La manifestación por la excarcelación del ‘loco del chándal’ se llevó a cabo por el clima de miedo y por la preocupación por el riesgo que se podía correr. Una preocupación transmitida por los medios de comunicación y porque había un sentimiento de indignación equivocado pensando que no se había hecho justicia, según explica Mercedes Gallizo, exdirectora general de Instituciones Penitenciarias.
“La justicia la administran los tribunales, que son los que dicen cuándo alguien ha terminado de cumplir su condena. Esta persona había terminado de cumplir su condena y tenía que recobrar su libertad”, explica Mercedes.
La exdirectora asegura que no se hubiera manifestado “porque suponer que alguien que cometió un delito hace 20 años puede volver a hacerlo y que tienes que tomar una medida contra él por lo que supones que puede hacer, nos llevaría a una situación completamente absurda”, asevera.
Sobre el anuncio de Ruiz Gallardón de la prisión sin límite con carácter revisable en respuesta a la presión de la calle por casos como el de Marta del Castillo, la exdirectora general de Instituciones Penitenciarias comenta que “las propuestas de cadena perpetua se fundamentan en guías que no comparto. Primero, en la idea de que una persona no puede cambiar. Por otra parte, que ese tipo de medidas no representan ninguna efectividad a la hora de disuadir a alguien de cometer un delito”.
Jordi y Mercedes se reúnen con algunos vecinos para que expliquen sus motivaciones para protestar porque venía otra vez a su barrio una persona que consideran peligrosa.