Reyes relata cómo comenzó a ejercer como auditora en Dinamarca: “Yo no soy auditora. Entonces, con el contrato iba la condición de que los primeros tres meses debía ir a la universidad a formarme como auditora. […] Y pagando la empresa […] y en horario laboral”. Ella misma asegura haber propuesto a su jefe algunos de los cursos que, desde su punto de vista, más le ayudarían a desempeñar su labor eficazmente: “Encontré el curso que era lo que necesitaba. Fui donde mi jefe y le dije: ‘Creo que este curso es justo lo que me hace falta para sacar esto adelante’”. La empresa le pagó los cerca de 5.000 euros que costaba el curso.

Según Reyes, se trata de una competición sana entre empresas y una forma de atraer a los trabajadores más motivados: “Las empresas, cuando ponen los anuncios en los periódicos y páginas de Internet para anunciar un puesto, hacen anuncio de que utilizan mucho dinero en formación. Y se puede preguntar en las entrevistas de trabajo.  Yo siempre pregunto. [...] ‘Pero, ¿me formará usted? Yo llegué hasta aquí y sé hacer todo esto. Esto es lo que te ofrezco. Pero no quiero quedarme aquí, yo quiero seguir aprendiendo, quiero poderte servir para esto y más’".

Jordi Évole se interesa por saber si, a cambio de esta inversión en formación por parte de la empresa, se exige algún tipo de garantía al trabajador, como por ejemplo una cierta permanencia en el puesto. Reyes afirma sin dudar que nunca ha oído eso. “Te pagan el curso, lo paga la empresa, no te exigen que te quedes”.

"Aquí el despido es muy fácil. Te pueden despedir de hoy para mañana"

Sin embargo, la española también incide en el lado menos amable del sistema laboral danés: “Aquí el despido es muy fácil. Te pueden despedir de hoy para mañana. Muchas veces no es que quieran despedirte por una razón, muchas veces se anuncian despidos porque hay que ahorrar”. Reyes relata cómo han sido los episodios de despidos que le ha tocado vivir en Dinamarca: “Te pasa un e-mail tu jefe y te dice: ‘Dentro de 15 días, a las nueve de la mañana,  todos sentados en su mesa’. […] Sale el jefe y va hasta una mesa y dice: ‘¿Puedes venir un momento?’. Y vas allí, sabes a lo que vas.  Te van a despedir”.

Aun así, Reyes afirma que se siente segura trabajando en Dinamarca porque existe “el concepto de flexiseguridad: que tienes flexibilidad del empresario para despedir, pero tienes la seguridad de que no te quedarás sin nada”. En referencia a las ayudas que se dan a los desempleados, la española asegura: “Al Estado le sale muy caro. […] Yo pago entre el 50% y el 60% del sueldo en impuestos”.