“La desigualdad económica se ha convertido en la enfermedad social de nuestro tiempo”, es la frase que ha escrito Antón Costas, presidente del Círculo de Economía, en uno de sus artículos. Un problema que las élites políticas no tienen “en su agenda”, al contrario que ocurre con élites del tipo del FMI, la OCDE, periódicos muy liberales o conservadores como ‘The Economist’ o ‘The Financial Times’ que “están mostrando desde hace tiempo en sus trabajos una preocupación muy intensa por la desigualdad extrema que está apareciendo y sus consecuencias”.
Antón explica que España es el país donde más está creciendo la desigualdad. “A veces pienso que los datos están mal. Al final te das cuenta que lo que está mal es la realidad, no los datos”, comenta. Una desigualdad que aprecia Gustavo García, director de la Casa de Amparo y del Albergue Municipal de Zaragoza. “El problema es que ahora en un centro de Servicios Sociales se están viviendo las situaciones de personas que en la vida hubieran imaginado que iban a estar así… Estamos en un sistema totalmente deshumanizado. La economía está deshumanizada”, asevera.
Gustavo García: "Estamos en un sistema totalmente deshumanizado"
Manuel Pimentel, exministro de Trabajo y Asuntos Sociales en el primer gobierno de José María Aznar, viendo el testimonio de Gustavo y las declaraciones del Gobierno asegurando que hay brotes verdes, explica que “hay muchos ciudadanos pasándolo muy mal, pero es verdad que la economía empieza a crecer lentamente. Eso tarda. Los dos pueden tener parte de verdad”.
Un crecimiento con el que Antón advierte que hay que tener cuidado porque aunque la economía vaya a mejorar no va a haber una mejora inmediata por la duración de la crisis. “Cuando la economía crezca y el empleo también crezca, es posible que la desigualdad y la pobreza se nos queden endémicas”, asegura. “Mucha gente está en la cuneta de la carretera; y cuando el tráfico de la carretera vaya avanzando, veremos que mucha gente que lleva cuatro, seis años, en la cuneta, en el desempleo, en situación de pobreza, no podrá salir”, comenta.
El presidente del Círculo de Economía lo explica con un ejemplo: “Imagínate que estamos en un túnel, cada uno en su coche, en un túnel de dos carriles. Estamos parados, no sabemos qué pasa. Estamos parados. De pronto, el de la derecha ves que pone el motor en marcha y su coche comienza a avanzar un poquito. Tú alimentas una esperanza que muy pronto te va a hacer mover. Tremendo es que el otro se vaya moviendo cada vez más rápido y tú permanezcas en esa situación. Y eso puede pasar. Sí, la tolerancia a la desigualdad. Las sociedades, en general, tenemos cierta tolerancia a la desigualdad, cuando la desigualdad va acompañada de una percepción de oportunidades”.
Manuel Pimentel esperanza las declaraciones de Antón. “De la pobreza se puede salir. Yo no acepto la máxima de que la pobreza no tiene remedio y de que estamos condenados a tenerla. Yo no lo acepto. Yo creo que podemos salir y podemos mejorar. Y podemos hacerlo entre todos”, comenta.
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