El legionario Fran Jordi desvela en Salvados las presiones que tanto él como sus compañeros sufrieron por parte de sus superiores para mentir ante la Guardia Civil acerca de la muerte de Alejandro Jiménez, de 21 años, también miembro de la Legión, durante unas maniobras en 2019. Ellos trataban de ofrecer la versión de que las circunstancias fueron fruto de "la mala suerte", pero lo que presenciaron los testigos no se ajusta a esta definición.
"Las órdenes fueron que dijéramos la verdad de lo sucedido, pero nos ordenó que nos retrasáramos 5 metros más abajo. Quería alterar las posiciones del escenario con el fin de tener una coartada. No cabía otra explicación", relata Jordi ante Gonzo. Para él, esta situación fue completamente surrealista, además de indignante. "No me explicaba qué sentido tenía mentir a la Guardia Civil con las posiciones que ocupábamos, si lo más sencillo era decir la verdad", lamenta aún hoy en día.
Nadie se atrevió a desacatar la orden del capitán. Los agentes de la Guardia Civil preguntaron a los testigos en qué posición estaban para reconstruir los hechos. "Pero la Guardia Civil veía claro que aquello no encajaba, porque el cuerpo de Alejandro estaba tendido más adelante. ¿Cómo vamos a acabar un ejercicio por detrás? No tiene sentido", reflexiona. "La Guardia Civil no es tonta", insiste. "Sabía que les estaban mintiendo".
Los altos mandos reaccionaron con ira a las preguntas de los investigadores, que dejaban entrever claramente que tenían una clara sospecha acerca de la veracidad de los testimonios recogidos. "Decían: 'hay que ver, estos picoletos de mierda, no captan las ideas a la primera'. Eso se lo he llegado a escuchar personalmente al Sargento", confiesa Fran Jordi. Gonzo no da crédito. "¿Decían eso delante de los agentes de la Guardia Civil?", pregunta. "Sí. Se acercaban a nosotros y nos lo decían, que 'estos picoletos de mierda son unos zoquetes'".
Los altos cargos explicaban que el impacto de la bala en Alejandro Jiménez fue a causa de un rebote. "Que vino la bala desde el sector del tiro del pelotón en el flanco derecho, pero era muy extraño", explica Jordi. "Fran, ¿en ese momento, por qué no dices nada?", quiere saber Gonzo. "Por temor a las represalias, a mi integridad física", reconoce.
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