Una de las cosas que más preocupan a Maya Castanyer es ver que su hijo, diagnosticado con autismo, no tiene amigos. "Me parece que es una parte fundamental para él y que lo necesita", reconoce. Un problema que no sabe cómo solucionar. "Es muy duro, no sé cómo hacerlo", se lamenta.

Maya Castanyer confiesa que se ha sentido vencida por parte de la Administración, y es que por mucho que ha intentado que su hijo estudie en una escuela ordinaria no lo ha conseguido. Una situación que, tres años después, continúa igual. "Tiene algunos amigos, pocos. Son de su clase, niños con alguna dificultad", explica.