*Advertencia: el texto a continuación incluye referencias explícitas a contenido sensible.
'Carmen' y 'Vanessa' (nombres ficticios) son moderadoras de contenidos de redes sociales. Trabajan para Telus International, una empresa canadiense subcontratada por Meta, la compañía propietaria de Facebook e Instagram. Su cliente final, aclara 'Carmen', no es otro que la gran multinacional tecnológica que dirige Mark Zuckerberg.
Pero, ¿en qué consiste exactamente su trabajo? "Todo lo que los usuarios suben a la plataforma o crean el contenido yo me encargo de supervisarlo", resume 'Vanessa', que lleva trabajando allí desde 2018. Casi seis años en los que ha estado expuesta a más violencia de la que nunca hubiera imaginado, según ella misma reconoce en Salvados.
Verdaderos horrores que 'Carmen' compara con "bajar al infierno de Dante": "Pierdes la fe en la humanidad. Literalmente ves el mal encarnado en las redes", asevera. Según explica, "hay un inmenso ejército de moderadores de contenidos que luchan de alguna manera para que este contenido se vaya de las redes". "Pero es una lucha imparable", lamenta.
En su caso, el primer contenido que tuvo que moderar y que le afectó personalmente llegó cuando no llevaba "ni dos meses en la empresa". Un excompañero, relata, les explicó a ella y a otra trabajadora "de una manera muy rápida" que había "un contenido que se ha hecho viral que es un señor que ha matado a su pareja".
"Quiso deshacerse de la evidencia, que era el cadáver, y lo que decidió es que fue cortándola, arrancando la piel, la carne, los órganos, y tirándolos por el sumidero del lavabo y por la ducha también. Todo esto delante de su hijo común, de los dos, que tenía una especie de discapacidad mental. Todo delante de él", recuerda.
Este tipo de contenidos, sin embargo, no desaparece sin más, según explica 'Vanessa', sino que los moderadores pueden encontrárselo una y otra vez. "No es que tú borras o escalas un contenido y se hace una cadena dominó y borra todos los mismos vídeos a la vez. No, en absoluto. Esto es uno por uno. Si la gente hizo mil denuncias, va a llegar mil veces", detalla.
El contenido con el que se topan incluye también "contenido pederasta, de explotación infantil" y "pornografía infantil", según relata 'Carmen'. "Y eso es duro", afirma. En su trabajo, relata, "puedes ver desde alguien que está abusando en el momento de un niño o niña pequeña" a "cosas tan locas" como fotos de niñas sonrientes, aparentemente de revista: "Te engañaba la foto. Y luego te dabas cuenta de que tenía cinco chorros de semen en la cara", cuenta.
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