Piero y Patricia están totalmente anulados por Salvo porque no han sido "capaces en frenar el genio" de su hijo años atrás. "La falta de respeto que os profesa está absolutamente fuera de lugar", les dice Alberto Chicote.
El chef quiere que Piero se ponga en la situación de que él hubiese actuado así con su padre como lo hace Salvo con él, antes de darle una sorpresa: la visita del hombre que levantó el 'imperio' hostelero en Italia.
La llegada de su padre hace que el dueño de 'Reina Mariana' coja el toro por los cuernos y confiese la dramática situación que está atravesando. Salvatore desvela la clave de su éxito y porqué Piero no se hace con Salvo: "Yo era papá fuera, pero no dentro", comenta.
Otros momentos destacados
El chef Alberto Chicote vive en primera persona la prepotencia que tienen tanto Piero como Salvo en cocina. El cabeza de familia quiere abarcar a hacer todos los platos y el resultado no es óptimo; y el hijo mayor cree que lo hace mejor que su padre a pesar de no tener ninguna experiencia. ¿Resultado? Una guerra de egos en la cocina del 'Reina Mariana' y una comida sin identidad.
Tras probar los platos, Alberto Chicote es testigo del servicio del 'Reina Mariana' al mando de Salvo, el hijo mayor de Piero. El joven coge las riendas del servicio y su prepotencia termina con la paciencia de Alberto Chicote. "Me está poniendo en un punto que si su padre no le tira la sartén igual se la tiro yo", explota el chef.
Finalmente,Chicote responde a las voces y los gritos de Salvo, el hijo mayor del dueño del 'Reina Mariana'. El joven no para de despotricar y amenaza con irse a su "puta casa". "¿Qué casa? ¡Tendrás que ir a casa de tus padres!", responde el cocinero.
Tras el abandono de Salvo, el chef Chicote se arma de paciencia y decide decirle al joven ayudante de cocina aquello que nadie le ha dicho hasta ahora, ni siquiera Piero. "Eres un tío inaguantable. ¿Quién cojones querría tenerte cerca?", estalla.
Del bar del Club Deportivo Estoril
Chicote regala a una clienta del CD Estoril una empanadilla al no llegar su comida: "Por lo menos se entretiene"
Una clienta del Estoril II se queja de que sus dos acompañantes han comido mientras que a ella todavía no le ha llegado su hamburguesa. Al oírla, Alberto Chicote se levanta y le ofrece su empanadilla.