A pesar de que todo fluye en el comedor gracias a la transformación de Ana, en la cocina siguen los problemas de siempre. La inseguridad de cristina aumenta debido a la novedad de los platos de la carta y no deja de preguntar a cada paso que da.

Además Andrés no consigue ordenar su cabeza y transmite el caos al resto del personal de cocina. Cuando Alberto Chicote ve que el cocinero "se está perdiendo" y que empieza a haber retrasos e impaciencia en el comedor acaba por agarrar a Andrés de los brazos para hacerle reaccionar: "Me puedes mirar de una vez de frente que me estás poniendo ya de un nervioso que no te puedes ni imaginar".

Finalmente parece que Andrés se da cuenta de la importancia de la situación y consigue poner orden y dirigir correctamente a su equipo para sacar adelante un servicio en el que los clientes destacan la calidad de los platos.

Otros momentos destacados

Durante el primer servicio, la actitud de Ana, la dueña de 'El legado de Andrés' y jefa de sala, desespera a los camareros y a Alberto Chicote.

Ana se derrumba al ver cómo sus meteduras de pata terminan con el abandono de los comensales. Sin embargo, su hija saca las uñas por su madre delante de todo el restaurante.

A pesar de la ayuda de Alberto Chicote en El legado de Andrés, Ana está perdida en la sala y Andrés en la cocina. Los clientes acaban devolviendo tantos platos que no hay género suficiente para seguir con el servicio y Chicote tiene que comunicar a los clientes que no pueden atenderles.

El equipo al completo asiste a la revelación de la nueva imagen de El legado de Andrés, la emoción de los dueños es evidente al descubrir el local totalmente transformado.