En este reto del equipo de Pesadilla en la cocina, Alberto Chicote prueba la oferta culinaria de 'La Madrina': un ceviche, un encebollado y una sopa marinera. Platos que están muy bien de sabor pero sus precios le parecen "de broma": "Lo que más me llama la atención es que la ración es grandísima. Yo si me como esto, no como más", confiesa. Una tamaño que la dueña justifica alegando que es como se cocina en Ecuador. "¡Ah, que es una cuestión nacional!", ironiza Chicote sobre un ceviche que está "en general bien".

Cuando llega el momento de probar la sopa que había pedido, esta está servida en una enorme cazuela de barro, que cuesta 15 euros. Según Bea, la hija de la madrina, lo más caro de su carta. "Es todo muy barato para la cantidad que ponéis", le dice el chef a los camareros antes de hacer una introspección en el plato, donde se encuentra un buey de mar ¡entero! "Yo no puedo vender un buey de mar a 15 euros ni de broma porque es un regalo si quiero mantener a mi personal cobrando un sueldo... ¡Ah!, perdona, que vosotros no cobráis", comenta Chicote, quien acaba sacando de la cazuela hasta siete cuencos. "Fíjate, de aquí comemos siete. ¡Sí que se come en Ecuador!", termina el chef .

Tras la cata, Chicote echa un vistazo a la cocina de 'La Madrina' mientras lucha con el fuerte carácter y las tomaduras de pelo de Mónica, que prefiere no contestar al chef a darle una mala contestación. El cocinero tira de ironía ante la actitud de la propietaria. "Lo de coger toda la verdura y meterla a cañón es una cosa maravillosa. ¡Qué suerte tengo de haberlo visto!", comenta.

En el primer servicio, en el restaurante no toman muy bien las indicaciones de Chicote. Ante tal ninguneo, el chef de Pesadilla en la cocina decide dejar llevar el servicio a la dueña como a ella le parezca: "Haz lo que te salga de las narices, el restaurante es tuyo no mío", le dice.

Parece que el intento de reflotar 'La Madrina' no es muy sencillo... Mónica ignora al chef, no acepta sus críticas, e incluso lo mira en ocasiones con desprecio. La actitud testaruda y a la defensiva de la dueña es desconcertante. "¡Ay, la virgen! Me voy a meter los clavos en la frente", comenta el conductor de Pesadilla en la cocina.

Pero, ¿por qué esta actitud? Para saber de dónde viene el fuerte carácter de Mónica, Chicote se cita con la madrina y sus hijos en su restaurante. La trágica historia que cuenta la mujer deja al chef de Pesadilla en la cocina sin palabras.

Tras el paso del equipo de reformas, Pesadilla en la cocina logra dar un aire completamente diferente a 'La Madrina', un restaurante que parecía una casa de apuestas y ahora te traslada a Guayaquil. Así es el cambio de 'La Madrina' que deja "sin palabras" a su dueña:

El servicio de reapertura arranca con la madrina nerviosa, lo que bloquea el trabajo en cocina. Es cuando Chicote "para las máquinas" cuando Mónica despierta y hace que todo sea un éxito...

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de Pesadilla en la cocina.