El equipo de Pesadilla en la cocina trata de ayudar a los dueños de Bámbola con un juego. Los dos pasan a atender al público y por cada plato que recomienden de los que sugiere cocina, se apuntarán un tanto. Para ello, cocina emplatará en un plato verde si lo ha recomendado María Jesús, y en un plato rojo si lo ha hecho José.

Mientras el servicio sigue adelante con los gritos que ya se han convertido en tradición en la sala, la montaña de platos de María Jesús gana por goleada al único plato que ha conseguido José.

La tensión en el restaurante crece cada vez más cuando la dueña ve cómo su marido va a otro ritmo y no pone mucho empeño en sacar adelante el negocio. Así, sale a llorar fuera y se desahoga con Chicote.

El chef, una vez acabado el servicio, no duda en avisar al dueño de Bámbola: "Me moriría de vergüenza si mi mujer sale a llorar y el abrazo se lo da un desconocido".