Cambiarse el color de los ojos... mediante tatuajes oculares. Es la moda que analiza el oftalmólogo Ricardo Romero en Más Vale Tarde, donde el especialista distingue entre dos procedimientos diferentes: el tatuaje escleral -realizado en la zona blanca del ojo- y la queratopigmentación o tatuaje corneal.

El primer tipo, advierte, está "totalmente contraindicado", puesto que "no lo suelen realizar oftalmólogos" y tiene "complicaciones gravísimas", como "nódulos, infecciones, inflamaciones dentro del ojo" e incluso "perforación ocular".

En cuanto a la queratopigmentación, esta se realiza en la córnea, delante del iris, y sí que tiene indicaciones médicas en pacientes con aneridia -personas que no tienen iris, les entra mucha luz y esto les causa molestias- o para mejorar estéticamente ojos "ciegos o que ven muy poco" y, como consecuencia, están blanquecinos.

El especialista, sin embargo, advierte en contra de someterse a este procedimiento simplemente para cambiarse el color de ojos, puesto que se trata de "un procedimiento invasivo" no exento de riesgos, puesto que, si bien "no hay tantas" complicaciones, sí "puede haber alguna muy grave". En este sentido, y aunque apunta que "no hay estudios multicéntricos" ni "a largo plazo", Romero describe complicaciones como "alteraciones del campo visual, sensibilidad a la luz" e incluso "algún caso de complicación grave".

¿Es reversible? El doctor apunta que "del todo no, porque parte del pigmento es fagocitado comido por las células que hay en la córnea". "Muchas veces no se puede revertir", insiste.

Puedes escuchar su explicación completa en el vídeo.