El conductor de trenes, aún aturdido después del accidente y con la cabeza vendada explicó a la Policía las particularidades del tramo donde descarriló el Alvia.

Se trata de Javier Illanes, el maquinista que condujo el tren desde Medina del Campo hasta Ourense, donde Garzón le relevó.

Según ha publicado el diario El País, Illanes explicó que se trata de una curva pronunciada, que llega tras varios kilómetros de recta, una curva que  implica un descenso de la velocidad de 120 kilómetros hora.

"Es un tramo delicado. Estás circulando a 200 kilómetros por hora antes de llegar a un punto kilométrico determinado que ahora mismo no podría decir cuál es, hay que ir reduciendo para pasar por ese punto a 80 por hora", declaró el segundo maquinista.

El segundo maquinista explicó a los agentes cómo suele afrontarla cuando él está a los mandos. "Al tratarse de una reducción de velocidad importante habitualmente intento hace una frenada de confort".

Según ingenieros de caminos consultados por Más Vale Tarde, la frenada de confort no es más que escalonar la desaceleración del convoy de manera casi imperceptible para los pasajeros.

Estos mismos técnicos aseguran que es muy complicado que el maquinista no supiera en qué tramo de la línea se encontrara, tal y como llegó a afirmar ante el juez.