Los apartamentos en Torrevieja fueron en los años 80 y 90 referente del turismo español. Segundas residencias a precios de saldo que marcaron una época.

Hoy la situación ha cambiado, las terrazas están a medio gas. Los restaurantes se reinventan, Joaquín ha sido pionero en ajustar precios en la carta.

Fernanda, con su kiosko, vive en primera persona la falta de clientes: "ya no compran ni agua ni pipas". Caridad, con su negocio en el centro de la ciudad, también acusa la menor llegada de turistas.

El 'boom' inmobiliario, con unos precios muy competitivos, hizo que Torrevieja creciera durante décadas sin control. De hecho, es uno de los pocos municipios donde el número de segundas residencias es mayor que el de viviendas habituales.

Con su sol, con sus playas y con sus miles de visitantes, la meca de turismo low-cost trata encontrar una nueva receta, que le permita volver a posicionarse en el mapa turístico español.