Ha sido su única visita del día. Casi una hora ha estado Mariano Rajoy "despachando" con el Rey asuntos de actualidad en su habitación del hospital. Y según él, estaba animado. Del paro ha preferido no hablar. El Rey lo ha recibido solo dos horas después de dejar la UCI. 

Ahora, según el parte médico, necesita reposo absoluto, ni siquiera puede levantarse de la cama, al menos hasta mañana. Aunque evoluciona bien. Ha pasado la noche tranquila, ha podido descansar, después de que el doctor Manuel de la Torre, su neurocirujano, le extirpara dos segmentos herniados de disco de la columna vertebral. Le queda por delante una semana en la Clínica la Milagrosa, y de dos a seis meses de recuperación.

Más trajín tuvo ayer. Saludo real al ingresar en el hospital. El domingo sí fue un día de visitas. Las primeras: Doña Sofia, sonriente, con sus hijas. Cristina, sola, sin Urdangarín. El yerno imputado del Rey no ha acudido a visitarlo, como hace tres meses. Y, entre aplausos, los príncipes de Asturias. Ni siquiera sin Urdangarín, ha faltado un imputado entre las visitas más cercanas al Rey. Esta vez él, Carlos García Revenga. El secretario de las infantas, imputado en el caso Nóos, acudía a la clínica con ellas, aunque salían por separado.