Murió esperando su plato de comida en un albergue de Sevilla. Según la autopsia, murió por desnutrición y bronconeumonía. Pesaba sólo 30 kilos, la mitad de lo que debería para sus 23 años.

Era polaco, llevaba más de un año viviendo en la calle, y buscaba a su hermano que había llegado a España años antes. Los servicios de emergencias le recogieron de la calle y le llevaron al Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, para que le tratasen por desnutrición.

Sin embargo, dos horas después de ingresar le dieron el alta porque no consideraron que corriera peligro. Una ambulancia le llevó a un alberge donde durmió, desayunó y tan sólo 12 horas después de recibir el alta médica murió en un sillón. La Junta de Andalucía ha abierto una investigación para averiguar las circunstancias de esta muerte y pedir las responsabilidades oportunas.

La noticia se conoció gracias a una grabación de vídeo realizada por Antonio. Este camionero lleva un año viviendo en la calle y acude diariamente a este albergue. Pero tras difundir las imágenes que grabó con su móvil, le han expulsado por vulnerar las normas de privacidad.