Nuevos datos sobre la vida carcelaria de Bretón. El traslado a la prisión alicantina de Villena ha restado sus privilegios y le ha puesto en algún apuro. Lejos ha quedado su mirada fría y su aparente tranquilidad.Según ha podido saber Más Vale Tarde, sus compañeros le insultan y vive encerrado en sí mismo. Se alimenta a base de comida envasada que compra en el economato porque tiene miedo a que le envenenen.
En Villena su infierno va más allá: no tiene radio, ni televisión y le han requisado su PlayStation 3: una videoconsola con la que podía evadirse de su situación.Además, en la cárcel se han encontrado varios ratones de campo que se podrían haber colado en la institución procedentes de una obra cercana, aunque en el módulo de la enfermería, donde se encuentra Bretón, no está afectada, él está en tensión ya que es una persona muy obsesionada con la limpieza.
En cualquier caso, sus dificultades para adaptarse a su nueva vida no hacen más que complicarse. Al ingresar en Villena su módulo se revolucionó y los presos le insultaban. Ahora se encuentra cerca de la enfermería, vigilado por un preso sombra, para evitar su suicidio.
Bretón, al que algún funcionario de Alicante II ya ha bautizado con el mote de ‘El comediante’, se ha ganado el título de interno más ‘popular’. No solo ha sido nombrado persona ‘non grata’ en el módulo de aislamiento; también, en el llamado de ‘educación y respeto’, un área ‘terapéutica’ muy valorada de puertas para adentro, donde los reclusos ‘se autogestiona’ y en la que “no hace gracia que este tío aparezca por allí”.
La inadaptación no se plasma en problemas de comportamiento o discusiones con los internos. Bretón se ha encerrado en sí mismo y “no habla con nadie, no se fía de nadie”, revela el funcionario.