Nada más poner un pie en la Clínica, toda la agenda del Rey quedó tocada. De aquí al viernes, tal y como muestra el calendario, repartirán tareas entre la Reina, los Príncipes y Felipe en solitario. Aunque desde Casa Real nos recuerdan que ninguno "hace de": no le sustituyen, le representan.

Eso sí, el protocolo condiciona el reparto. Todo acto con discurso habitual del Rey, lo cubrirá el Príncipe. Véase estos premios Cervantes y la comisión del COI a final de marzo. Adiós también a los viajes. De entrada el de Marruecos, el primero oficial en tres meses, le pilló de nuevo en quirófano. Y cuando no, con rehabilitación. Recién cumplidos los 75 no fue a Abu Dabi. Eso sí, echó los restos en la Pascua Militar. Un poco más acelerada, sin ronda de condecoraciones y sin apenas soltar las muletas.

Hasta los médicos le dieron un toque por ir demasiado deprisa. Ahora los dos meses de rehabilitación no se los quita nadie. Y lo mismo suma seis. Se pierde actos, audiencias y la fumata blanca. Se prevé que vaya la Reina, si acaso con los Príncipes. Les tocaría vestir en primera fila y vestir de blanco. Pero todo está por definir, a falta de que el Gobierno elija quién irá al Vaticano.