La Audiencia Nacional está investigando si una bodega vendió vino joven como si fuera un reserva. Pero, como consumidores, ¿qué podemos hacer para evitar que nos cuelen un producto fraudulento? El experto en nutrición Luis Alberto Zamora ha dado en Más Vale Tarde las claves en las que nos tenemos que fijar para que no nos engañen con el vino, el queso o la miel.
Vino: etiquetas y denominación de origen
En el caso del vino, es fundamental leer la etiqueta: en la parte inferior de esta, se detalla el periodo de maduración del vino y si es un crianza, un reserva o un gran reserva. Si no se especifica, apunta el nutricionista, lo más normal es que se trate de un vino joven que no tiene un periodo largo en barrica.
Además, debemos fijarnos en la etiqueta de Denominación de Origen Protegida (DOP), de las que existen hasta 70 en España. Este sello certifica no solo que el vino en cuestión se ha elaborado en un área concreta, sino que las uvas también proceden de esa zona. De esta manera, puedes asegurarte de que "estés pagando por lo que te quieres llevar", destaca Zamora.
Además de la Denominación de Origen Protegida, está el sello de Denominación de Origen Certificada, de la que solo existen dos en España: Rioja y Priorato. Este va un paso más allá y garantiza que se ha llevado a cabo un proceso de control desde la producción hasta la venta del vino, que además solo se puede vender embotellado y no a granel.
Cómo distinguir miel pura y adulterada
En cuanto a la miel, los fraudes suelen darse en dos frentes: en torno a su origen y cuando se adulteraañadiéndole siropes o azúcar.
Según detalla Luis Alberto Zamora, el 85% de la miel que consumimos suele venir de fuera de España. En este sentido, aunque la legislación vigente obliga a indicar el país de origen de la miel, el problema es que si el producto mezcla mieles de varias procedencias no tiene por qué indicar el porcentaje de cada una. Por eso, según el experto, si la etiqueta recoge dos procedencias, lo habitual es que la mayor parte venga de fuera.
Por otra parte, para detectar si el producto ha sido adulterado,existen varios trucos. Uno de ellos es echarle vinagre: si sale espuma, significa que está adulterada. Asimismo, como la miel es un producto muy denso, si echamos una gota en un vaso de agua y cae directamente al fondo, significa que es pura.
Otro truco es verter un poco de miel en un papel absorbente: si es pura, deben pasar un par de segundos antes de que la absorba, ya que si la absorbe muy rápidamente significa que la miel está diluida.
Como en el supermercado, en principio, no podemos llevar a cabo estos trucos, Luis Alberto Zamora ha dado unas recomendaciones generales: desconfiar de la miel muy barata, si no se solidifica en la nevera o si tiene fecha de caducidad, ya que la miel auténtica no caduca nunca.
Queso manchego y maduración
El queso manchego es otro de los productos que en el pasado ha sido objeto de falsificaciones. Por eso, debe tener etiqueta Denominación de Origen Protegida, que garantiza que está elaborado en Castilla-La Mancha y que, además, se ha hecho con leche de oveja de raza manchega.
Esta etiqueta asimismo certifica el tiempo de maduración: semicurado, de 2 a 3 meses; curado, de 4 a 7 meses; viejo, de 8 a 12 meses; o añejo cuando el tiempo de maduración es superior a un año.
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