Desde que se aprobó el Real Decreto-ley de electricidad que articula la excepción ibérica, la mayoría de consumidores está pagando menos en su factura de la luz de lo que lo haría si este mecanismo (el del tope del gas) no existiera. Sin embargo, las facturas ahora -desde el mes de julio- son más caras que antes. ¿Por qué ocurre esto? ¿Realmente los españoles estamos ahorrando con la excepción que Bruselas aprobó para España y Portugal?

Para conocer las respuestas, Más Vale Tarde ha contado con el experto en Energía Jorge Morales de Labra, quien es rotundo: "Sí, estamos pagando menos de lo que haríamos sin esta medida". "Mucha gente compara su factura de mayo, anterior a la aplicación, y piensan que ha sido una trampa. Pero es que en mayo el precio del gas cotizaba a 90 euros, el 26 de agosto cotizaba a 240 euros".

Es decir, el precio del gas se ha multiplicado por cuatro y, de no haber existido esa excepción ibérica, "el recibo de la luz no se habría duplicado, se habría multiplicado por tres o más", explica el experto. Añade además que por suerte el precio del gas está bajando, con lo que en las próximas facturas se notarán más los efectos de este tope del gas.