Rubén, más conocido como 'El Vaca', ha
salido de la cárcel de El Puerto de Santa María, en Cádiz, tras cumplir ocho
años de condena.
Es el asesino de una niña
de 13 años, de María Esther Jiménez, y acaba de quedar en libertad después de
cumplir una condena de ocho años de internamiento. Eran vecinos y ambos vivían en
Arriate, en Málaga.
La noche del 19 de enero
de 2011, María Esther no volvió a casa. Esa tarde estuvo en una parada de autobús, punto de
encuentro de los jóvenes del pueblo. Allí estuvieron hasta las ocho de
la tarde y ya no se volvió a ver rastro de la niña.
Sus
padres, al ver no que no volvía, salieron a buscarla y colgaron carteles con
una foto y una descripción. Pero
la búsqueda duró horas. Al día siguiente un bombero encontró su cuerpo dentro
de una caseta de una depuradora a las afueras del pueblo. Ese fue el lugar del crimen
y el sitio en el que quedaron esa noche víctima y agresor.
Tenía claros signos de
haber sufrido una muerte violenta, tenía la cabeza tapada y la cara desfigurada
por los golpes que recibió. El arma del crimen fue una piedra de grandes
dimensiones.
A 'El Vaca' le
duró poco la coartada porque fue detenido semanas después. La principal prueba contra él fue el ADN que
apareció en el pomo de la puerta de la caseta, en varias prendas de la niña y,
sobre todo, en la piedra con la que mató a María Esther.
"No nos va a recompensar la perdida de la niña nunca. Ni lo que tenemos que pasar de ahora en adelante, porque vivir una visa sin ella... En x años va a estar fuera pero mi niña no", contaba su madre cuando sucedió todo.
Ahora ha llegado ese día. No se sabe si volverá a
Arriate o no, pero 'El Vaca' está en libertad, una libertad vigilada durante
cinco años.