¿Se están reformando nuestros hábitos más que el mercado eléctrico? Es la pregunta que ha realizado Mamen Mendizábal en Más Vale Tarde a la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a razón de la nueva factura de la luz que se ha puesto en marcha este 1 de junio. "Las medidas que se han venido trabajando se incluyen en gran medida en lo que se llama 'gestión de la demanda'", ha explicado en el programa.

¿Qué significa esto? "De qué manera podemos prestar más atención para contribuir a tomar las decisiones de consumo en aquellos tramos donde hay menos demanda industrial o de servicio", ha detallado Ribera, advirtiendo de que se trata de "una modulación" para empezar a usar "los tramos de la noche o del fin de semana y festivos, que también son los más baratos". Para Ribera, lo "habitual es que hagamos algunas cosas mejor por ir desarrollando esas costumbres".

No obstante, ha admitido que "algunos consumos" se darán igualmente "en las horas de pico", por lo que, en definitiva, este cambio "nos va a dejar una factura más o menos como la que tenemos". Sobre esta cuestión, ha insistido en que "si hacemos el esfuerzo de pensar en los tramos que son más baratos conseguiremos ahorrar". Pero ¿quién se beneficia más de esta transformación? ¿Ganan los consumidores o el mercado energético? ¿Vuelven a ser los mismo de siempre?

La ministra ha explicado que se está hablando de un "cambio profundo de nuestro sistema energético". En esta línea, ha recordado que "durante ocho años no ha habido inversión en renovables" y que se ha "abandonado a los trabajadores del carbón sabiendo que iban a cerrar", entre otros factores que ha destacado. "Nuestro sistema eléctrico solo vende electricidad generada a partir de combustibles fósiles -por tanto caras y con CO2 incluido-, y es verdad que el resto de la electricidad que entra en el mercado es retribuida como la más cara", ha reconocido Ribera.

La transición energética no puede hacerse a costa de los consumidores generando grandes dividendos a las compañías"

Teresa Ribera (Ministra Transición Ecológica)

Por estas razones, precisamente, ha afirmado que han adoptado ese anteproyecto de ley tan polémico en los últimos días: "La transición energética, hasta conseguir que las renovables estén al 100% y baratas desde el punto de vista de los costes operativos, no puede hacerse a costa de los consumidores generando grandes dividendos a las compañías". Sobre este asunto ha remarcado que la "participación de los consumidores industriales y domésticos en ese diferencial -hasta que la Comisión Europea cambie las reglas del mercado, que no depende de nosotros- es una buena solución".

"Son esos años complicados de la transformación del sistema", ha manifestado la dirigente, incidiendo en que "hay cosas que no dependen del Gobierno, como el precio de las materias primas de los mercados internacionales o el precio del CO2". Ribera ha reiterado la necesidad de intervenir ante el "horizonte de evolución del precio del CO2" y diseño actual del marcado: "De lo contrario, todo acabaría siendo dividendos para las empresas". Así, cree que "es importante mantener el interés de los inversores en nuestro país, pero es más importante trabajar con la viabilidad de este cambio para el bolsillo de los españoles y de la industria".

Ribera no ha concluido su intervención sin mandar un mensaje al PP, que reclamaba su comparecencia ante la aplicación de este proyecto. "Estoy deseando poder explicar qué es lo que hemos hechos", ha asegurado, lamentando al mismo tiempo que ha "echado en falta al PP en años clave": "Si se hubieran anticipado muchas de estas medidas con tiempo suficiente no nos encontraríamos en esta situación tal difícil". La ministra ha argumentado que el Gobierno de coalición ha tenido que "lidiar con una falta de credibilidad de nuestra economía, en inversión de renovables -se paralizó-, con falta de previsión respecto al carbón y con una ausencia total de previsión sobre cómo impulsar las renovables".