La confesión de la familia de una de las víctimas del padre Marcelino: "Gracias a la valentía de una niña, se rompió el silencio en el colegio de La Moraleja"

"Gracias al valor de una niña que se atrevió a contar lo que sufrió, se rompió el silencio en el colegio Highlands. Su testimonio permitió que otras alumnas también hablaran y, al hacerlo, comenzaron a liberarse del miedo y la vergüenza que las había silenciado. La denuncia de una abrió el camino para la protección de muchas".

Es uno de los extractos de una emotiva carta que una de las familias de una de las niñas que ha denunciado las agresiones sexuales del padre Marcelino, el ex capellán del colegio de La Moraleja ha hecho llegar en exclusiva a 'Más Vale Tarde'. Con esta carta, la familia quiere poner de manifiesto, ante todo, la gran valentía de las niñas, de entre 6 y 7 años, al romper su silencio.

Una valentía de la que, según esta familia, las niñas deberían sentirse muy orgullosas, por el ejemplo en el que se han convertido para otras muchas niñas que pueden estar viviendo su situación, y porque, rompiendo su silencio, han puesto punto y final al horror de las agresiones del ex capellán del colegio de La Moraleja.

"Este acto de coraje merece ser recordado. Cada niña que alza la voz merece ser escuchada y respaldada. Cuando sea mayor y vea los rostros tranquilos de otras niñas, sabrá que su valentía hizo posible ese alivio. Y entonces podrá sentirse profundamente orgullosa por haber tenido la fuerza de romper el silencio, de abrir la puerta a la verdad y de ser, sin buscarlo, el ejemplo que muchas necesitaban", reza la carta.

La familia también ha querido que su mensaje sirva como denuncia pública ya que creen que esta situación se podría haber evitado si la dirección del colegio hubiese escuchado las quejas de los padres de los alumnos cuando se incorporó al centro el padre Marcelino, que había sido secretario del pederasta Marcial Maciel.

"Todo esto podría haberse evitado si el director del centro no hubiese incorporado al colegio a Marcelino, quien ya había sido expulsado en 2015 de otro centro. A pesar de las quejas de varias familias, desoyó las advertencias. Tampoco tomó medidas para impedir que Marcelino entregara regalos a menores, ni para evitar que se quedara a solas con ellas. Resulta difícil creer que en un entorno educativo donde el personal convive a diario con los alumnos, ningún miembro del equipo docente percibiera situaciones anómalas", afirma la familia.

Por último, también se han referido a las dos profesoras a las que las niñas habrían acudido para contarles la situación que estaban viviendo con el padre Marcelino. Denuncian que las docentes no hicieron nada por ayudar a las pequeñas: "Podrían haber detenido esta situación, pero prefirieron dejar a un lado a las niñas con la finalidad de mantener su sueldo", denuncian. Estas dos profesoras, junto al ex director del centro, declararán como testigos el próximo 17 de junio, aunque algunas de las familias denunciantes piden su imputación en el caso.