La princesa Leonor ha disfrutado de una noche de fiesta junto a sus amigos en una discoteca de Madrid. Una situación que, como sostiene Karmele Izaguirre, "va a enseñar lo preocupada que tiene que estar Letizia y la Casa Real sobre cómo se va a gestionar la vida pública de Leonor en cuanto a su intimidad".

Según ha podido saber la redactora jefe de Lecturas, "todas las personas que iban a atender a Leonor en esa discoteca se vieron obligadas a firmar un contrato de confidencialidad". Y, es que, "alguien cercano a Leonor llamó para avisar de que la princesa iba a ir a un reservado por la noche con unos amigos para tomar unas copas".

Una información que ha provocado "un malestar muy grande", ya que "sentó muy mal en el local y en el entorno de Leonor que se haya filtrado que ha estado hasta las 6 de la mañana en una discoteca". Además, sostiene que "a Letizia le cuesta porque hasta ahora ha controlado los designios de su hija, paso a paso, y ahora ya no depende de ella".