Detrás de nuestros perfiles en redes sociales hay también un patrimonio digital. Activos que no sólo pueden perderse una vez que el titular de la cuenta muere, sino que pueden ser utilizados de forma ilegal si no se determina qué hacer con éstos.

"Imaginemos un famoso que muere trágicamente. Esas cuentas pueden tener mucho valor y un hacker podría entrar en ellas y utilizarlas", explica el abogado experto en derecho digital Carlos Basteiro-Bertolí. Los expertos señalan la importancia de firmar un testamento digital, una cláusula que se incorpora a un testamento ordinario.

"Asignar a alguien que decida por ti una vez que has fallecido respecto a la información que has diseminado en internet. ¿Qué hacemos con nuestra cuenta en redes sociales o con nuestro blog?", asegura Ibán Díez, abogado y socio de Menta Digital.