Se cumplen diez años del crimen de Asunta Basterra, la hija adoptiva de Rosario Porto y Alfonso Basterra, a la que acabaron asesinando en una confabulación. Según la periodista Cruz Morcillo, experta en el caso, "Asunta no fue un deseo de ellos, sino un deseo del padre de Rosario Porto", que era un "señor muy poderoso que en Santiago lo era todo".

Y defiende que "fue un capricho del abuelo" porque "quien quería tener una nieta o una heredera que llevara el apellido Porto era él".

Una explicación de por qué este "filicidio que no encaja en ninguna tipología", según la psicóloga forense Ana Isabel Gutiérrez, ya que "no es lo mismo tener un hijo no deseado, que pelear por tenerlo en un proceso de adopción".